viernes, 28 de noviembre de 2008

La Sonrisa de Dios


En las primeras horas del amanecer,
entre la noche y el dia,
cuando no hay luz ni oscuridad,
!qué dulce hablar con Jesús!

Cuando aún no amanece,
sin saber qué vendra,
es bueno que busques
su santa voluntad.

Qué bueno es transitar caminos marcados,
montañas y valles, desiertos y prados,
cuando el buen Maestro con su paz amante,
te da la confianza de ir victorioso, triunfante.

¿Quieres vivir una vida abundante,
de victoria cierta en todo momento?
Ponte en las manos del Jesús amante
él es tu esperanza, él renueva tu aliento.